Tanguillos de Cádiz

Tanguillos de Cádiz


Audio del recurso educativo.

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Los tanguillos son un cante muy popular y totalmente vivo en Cádiz y toda su provincia. Son cantes que ofrecen escasas dificultades cantaoras; sus letras tienen un carácter desenfadado y su música es muy pegadiza y fácil de retener. Consecuentemente, no creemos que sea difícil conseguir que nuestros alumnos los aprendan. Para ello, podemos seguir los mismos pasos que indicamos para las sevillanas y los fandangos de Huelva. Ahora la única novedad reside en enseñarle un nuevo tipo de compás: el 4 x 4.

Para conseguir despertar en nuestros alumnos el interés hacia estos cantes, podemos, como hacíamos también con las sevillanas o los fandangos de Huelva, hablarles de Cádiz, de sus fiestas, de sus carnavales, de sus coros, etc., y si podemos, ponerles algunas diapositivas de algunas comparsas.

El compás de los tanguillos está formado por cuatro tiempos - en realidad un silencio y tres tiempos -, que repiten continuamente. Para facilitar a nuestros alumnos el aprendizaje y práctica de este compás, podemos contar los tiempos empezando por el segundo, es decir:

dos tres cuatro (pausa)

dos tres cuatro (pausa)

dos tres cuatro (pausa)

Con el objeto de que los niños asimilen este tipo de compás y den a cada una de las pausas silenciosas la duración debida, podemos decirles que después de la tercera palmada se den un golpecito en la pierna. Más adelante podemos pedirles que marquen el tiempo silencioso dando un taconazo en el suelo. Esta es la forma más flamenca de marcar este tipo de compás.

Para que todos empiecen a cantar al mismo tiempo les indicaremos claramente la entrada: segundo tiempo, es decir, primera palmada.

Incluimos a continuación una de las letras más conocidas de este cante, cuya grabación puede encontrarse con relativa facilidad:

Les presento aquí tres cuadros
de Zurbarán y del gran Murillo
que valen treinta mil duros
a precio de baratillo
y para venderlos pronto
los voy a dar por la mitad.
 
Representa el primero un edificio
donde un célebre turco
tuvo un harén en el siglo quinto,
está entre Bacaragua y Panamá,
un poquito a la izquierda del Pakistán.
 
El segundo cuadro es un guacamayo
que tuvo en su alcoba al Rey Don Pelayo,
mientras más se mira más lejos se ve,
igual que el Castillo de Chuchurumbé.
 
El último representa
la copia de un gran sofá
donde se sentaba Eva
en compañía de Adán
y allí los dos muy tranquilos,
no crean que esto es patraña,
en un árbol del Paraíso
cierto domingo por la mañana,
los dos tenían mucha hambre
y se comieron una manzana.
 
La hija de Villacampa
se fue a Madrid
por donde quiera que iba
le daban vivas con frenesí.
 
Instrucciones grandes llevaba,
con el corazón partío
entró en casa de Sagasta
y vio a su padre detenío.
 
Los soldados que estaban de guardia
no la dejaron pasar,.
¡ay! mi pare de mi alma,
me lo van a ajusticiar.
 
Los ministros se conmovieron
y al oirla suspirar,
qué cosas no le diría
que hasta Sagasta se echó a temblar.
 

Pericón de Cádiz: MAGNA ANTOLOGÍA DEL CANTE FLAMENCO. Hispavox S/C 66.201, Madrid, 1982.