Lugar y momento del flamenco

Lugar y momento del flamenco


No creemos que el interés que podamos despertar en nuestros alumnos hacia el Flamenco pueda o deba medirse. Ni es, ni creemos que deba ser, lo que entendemos por una asignatura. No quiere esto decir, sin embargo, que aboguemos por Talleres o Aulas de Flamenco dirigidas con carácter voluntario como actividad extraescolar una vez finalizado el horario lectivo de los alumnos. Todo lo contrario. Estamos convencidos de que para un andaluz es fundamental conocer todas las manifestaciones artísticas que a lo largo de la historia haya creado su pueblo. El Flamenco, por tanto, debe formar parte del currículum escolar, incluirse entre las actividades que cotidianamente llevan a cabo nuestros alumnos. El tratamiento que le demos dependerá, como es lógico, del curso que enseñemos. Pero, para empezar, ¿por qué no sustituimos las sirenas que anuncian el cambio de clase por un toque de guitarra lanzado desde los altavoces del Centro?. Los primeros pasos pueden darse en la Educación Primaria. Mientras que nuestros alumnos se familiarizan con las sevillanas, al tiempo que tocan las palmas a su compás, estarían haciendo ejercicios de ritmo -una actividad que aparece incluida en el currículo de la etapa. ¿O no son ejercicios de ritmo tocar tres palmas acompasadamente, acentuando una de ellas?. Cuando consigamos que los niños canten a coro una sevillana o un fandango, ¿no estamos contribuyendo a que los alumnos liberen energías acumuladas, no los estamos relajando después de haberles exigido concentrar su atención durante un periodo dedicado a los números o a las letras?. Por otro lado, ¿no es acaso intrínsecamente bueno que los niños canten?. Cantando a coro muchos niños pierden inhibiciones; reafirman su pertenencia al grupo; ganan, en suma, en sociabilidad. El compás y el cante pueden, como vemos, aportar mucho al desarrollo de la personalidad del niño. También podemos ayudarnos del cante para globalizar muchos temas, porque el Flamenco además de música es mensaje. Muchas letras ofrecen la oportunidad de enriquecer el vocabulario de nuestros alumnos, incluso su madurez. No olvidemos que hay muchos cantes - los fandangos son un buen ejemplo - que transmiten sabiduría popular acumulada durante milenios. Hay letras además que, si sabemos escogerlas, pueden suscitar el interés hacia multitud de temas pertenecientes a cualquier área de conocimiento; pueden ser, en suma, excelentes factores de motivación para el aprendizaje de muchas materias. El cante y sus letras pueden facilitar en la Educación Secundaria, cuando el alumno ha de iniciarse en el descubrimiento de la historia de su pueblo, numerosos datos sobre el contexto social y humano de muchos acontecimientos históricos trascendentes en la Historia de Andalucía y de España. No hay más que echar una ojeada a las letras de los romances, de las tonás, de las tarantas mineras, de las alegrías gaditanas. Hay algo, sin embargo, que creemos obligado añadir ahora: aunque el Flamenco no contribuyese en nada al desarrollo de la psicomotricidad del niño, aunque fuese imposible utilizar sus letras para globalizar ningún tema, aún así, el Flamenco tendría que ser dado a conocer a nuestros alumnos porque es parte viva e irrenunciable de nuestra herencia cultural.