Fandangos de Huelva
Audio del recurso educativo.
Audio del recurso educativo.
Cada sesión de Flamenco, como la de cualquier otra materia, para que sea eficaz, ha de ajustarse a un orden sistemático, ha de seguir unos pasos bien definidos. En primer lugar, y sobre todo en las primeras sesiones, hay que interesar a los alumnos, hay que motivarlos.
Aquí es donde se puede cometer el primer error. Para evitarlo, tendremos que vencer la tentación de empezar hablándoles de lo importante, de lo bello que es el Flamenco. Son ellos los que habrán de descubrir, en su momento, si el Flamenco es o no, si les parece o no, bello o importante.
Antes de presentar a nuestros alumnos los fandangos de Huelva, debemos, como hacíamos con las sevillanas procurar despertar en ellos el interés por conocer este tipo de cante. Para ello, empezaremos hablándoles de Huelva, de sus playas, de su pesca, de sus minas, etc. Hemos de intentar que ellos mismos participen en esta conversación, que cuenten cosas que conozcan de esta provincia - que hay unos jamones extraordinarios en Jabugo, que en Valverde hacen unos botos magníficos, que en Almonte se celebra la romería del Rocío, la más famosa del mundo; que en Aracena hay una gruta muy bonita, que se llama de las Maravillas, etc., etc. -. Una charla, en fin, que suscite la participación y que sea, sobre todo, informal y breve; una charla que nos permita al final decirles: Pues bien, la provincia de Huelva tiene además una forma propia de cantar, que es el fandango, los fandangos, porque cada pueblo tiene el suyo, ¿queréis saber cómo son?, ¿queréis escuchar uno?, ¿queréis aprender a hacer su compás?, ¿queréis aprender a cantarlos?.
1. Audición de un cante.
Para este primer acercamiento a los fandangos de Huelva escogeríamos un fandango que se cante tradicionalmente a coro: el cané; un tipo de fandango que, precisamente por hacerse a coro, podrán después los niños aprender a cantarlo en grupo con relativa facilidad. Por ejemplo:
Los Hermanos Reyes. SEVILLANAS DE ORO. Madrid, Hispavox, HHS 10-465, 1997. Letra de Paco de Alba.
Acero
Calle Real del Alosno
con las esquinas de acero
es la calle mas bonita
que rondan los alosneros
cuando la luna se quita
2. Enseñanza del compás.
El compás de los fandangos de Huelva no debe ofrecer apenas ninguna dificultad a nuestros alumnos, porque es el mismo que ya han aprendido al tocar las palmas por sevillanas, un compás de 3 x 4, es decir:
UN dos tres,
UN dos tres,
UN dos tres.
Una vez que hayan practicado un poco este acompañamiento y cuando lo hagan acompasadamente, pasaríamos a enseñarles otra forma de marcar el compás por Huelva: el golpe en la mesa con palilleo de los dedos. Este será en adelante el estilo que emplearemos para estos cantes, ya que es el más flamenco y el que más se utiliza para acompañar los fandangos locales de Huelva.
Este tipo de acompañamiento se hace golpeando una vez con el puño cerrado sobre una mesa - primer tiempo acentuado del compás - y dando luego cuatro golpes rápidos con los dedos, empezando por el meñique y terminando con el índice, al tiempo que vamos abriendo el puño. Este segundo movimiento se repite dos veces - tiempos dos y tres del compás -. En conjunto, suena aproximadamente así:
pa parrá parrá,
pa parrá parrá,
pa parrá parrá,
Al principio es muy probable que les cueste bastante trabajo ejecutar estos movimientos, ya que los dedos no estarán acostumbrados a este ejercicio; pero una vez que lo hayamos repetido varias veces, cuando comiencen a hacerlo con un poco de agilidad, estamos seguros de que empezará a gustarles, ya que es una forma de marcar un compás que a los niños suele resultar llamativa y en cierto modo espectacular, máxime hecha por ellos.
Cuando los niños hayan aprendido la mecánica de estos golpes tendremos que conseguir, por un lado, que todos los golpes suenen al mismo tiempo, y por otro, que no aceleren el ritmo, una tendencia que se da normalmente al marcar un compás.
3. Audición y acompañamiento.
Una vez conseguida la armonización del compás, es conveniente que lo practiquen acompañando unos toques de guitarra.
Como hacíamos con las sevillanas, de nuevo ahora el profesor debe indicar con claridad el momento en que todos han de dar el primer golpe acentuado - golpe con el puño -.
Después de alguna práctica acompañando un solo de guitarra, pondremos la grabación del fandango y le volveremos a pedir que lo escuchen mientras marcan el compás.
4. Presentación de la letra del cante.
Escribiremos la letra en la pizarra y los niños la copiarán en sus cuadernos y comenzarán a memorizarla.
5. Audiciones del cante.
Durante estas nuevas audiciones, los niños deben familiarizarse y finalmente asimilar la música del fandango elegido para que lo canten a coro. Les pediremos además que continúen marcando el compás.
6. Audición del cante.
Es el momento de que los niños canten, aunque todavía con la ayuda de la grabación, al mismo tiempo que la escuchan, y siempre marcando el compás.
Para que los niños hagan el fandango a compás, el inicio de cada verso debe hacerse en el primer tiempo, es decir, coincidiendo con el golpe del puño en la mesa.
7. Cante y compás.
Llegado este momento, lo fundamental es que todos los niños empiecen a cantar al mismo tiempo. Para ello les diremos: Vamos a marcar tres compases completos, y al inicio del cuarto, al dar el golpe fuerte, empezamos.
Una vez que los niños hayan aprendido y sepan cantar con soltura un primer fandango, podemos ir enseñándoles otros que también se puedan hacer a coro - prácticamente cualquier fandango local: de Calañas, de Cabezas Rubias, etc., etc. - En todo caso, lo único que cambiará será la música de los que vayamos eligiendo.
Calaña ya no es Calaña
Calaña ya no es Calaña
que es un segundo Madrid
Quién ha visto por Calaña
pasar el ferrocarril
¡Ay! a las dos de la mañana
Cuando sepan tres o cuatro fandangos, podemos adiestrarles para que, si quieren, puedan distinguir los fandangos de distintos pueblos onubenses. De esta manera, les vamos educando el oído para el momento en que vayan ampliando el número de cantes conocidos. Para ello, podemos utilizar estos gráficos que, de alguna manera, reflejan la cadencia musical de cada uno. Son un recurso que sabemos poco ortodoxo, ya que, entre otras razones, los fandangos de Huelva pueden transcribirse en el pentagrama; pero que puede sernos de extrema utilidad con alumnos de Primaria, que no sean capaces de leer una partitura musical. Por otro lado, pueden ser el único medio de que, llegado el momento, puedan visualizar la música de muchos cantes que nadie ha sido capaz de trascribir musicalmente. Nosotros estamos convencidos de que cualquier ayuda que ofrezcamos a nuestros alumnos para apreciar la melodía de un cante redundará en su mayor estima del mismo.
Los gráficos que, a modo de ejemplo, hemos incluido, corresponden al fandango cané - el primero que enseñaríamos a nuestros alumnos - y al de Calañas - posiblemente uno de los más musicales de toda la provincia de Huelva -. Si se copian en la pizarra uno al lado del otro, los alumnos podrán ver con facilidad las diferencias musicales entre ellos. Pueden servir además para que los niños recuerden sus músicas y puedan cantar fuera de clase.